MALAS COMPAÑIAS CORROMPEN COSTUMBRES

Las malas conversaciones corrompen

Aunque tengamos un alto grado de educación, de valores o modales, las buenas costumbres se ven comprometidas en las conversaciones incorrectas, con las personas incorrectas y en el momento incorrecto.


Podemos ser los santos de los santos, el mejor comportado, la única persona en la tierra que tiene buenos modales, el que según mamá es la representación humana de todos los valores, sin embargo una mala conversación puede desplomar todos los años de esfuerzo de mamá. Las costumbres están directamente ligadas al tipo de conversaciones, es decir, lo que nosotros conversamos puede ayudar a crear una buena costumbre en nuestra vida personal, o puede generar las pérdidas de las mismas.

Cuando sostenemos una mala conversación o una conversación incorrecta, estamos corriendo el riesgo que nuestros hábitos o modales se vean afectados, el cual nos aparta del camino correcto ante la vida. Pero ¿cómo sabemos cual es una mala conversación?, la respuesta esta ligada a otra pregunta ¿con quién me junto, o a quienes frecuento más seguido?, es importante saber con que clase de personas nos rodeamos, por que conforme son sus comportamiento serán sus conversaciones, y estas conversaciones influirán en nuestras costumbres, como todos hemos escuchado los conocido adagios el que se junta con lobos, aprende a aullar o “dime con quien andas, y te diré quien eres”

En las malas conversaciones no importa nuestro grado de buenas costumbres, siempre termina por afectarlos, citaré algunos ejemplos: si nos reunimos con personas que solo hablan de licores, terminaremos siendo alcohólicos, si conversamos solo de pornografías, terminaremos siendo adictos a la lujuria, si solo hablamos de tristezas, amarguras y preocupaciones, comenzaremos haber la vida difícil y deprimente, si frecuentamos a personas que aman el dinero fácil, seremos tentado a querer tener la misma vida, si nos juntamos con personas de jerga vulgar, terminaremos hablando de la misma forma, este último ejemplo es el más común tanto que se nos pasa por alto.

Debemos conocer a las personas de nuestro alrededor o con quienes tratamos más seguido, analizar si sus conversaciones, tradiciones o costumbres edifican a nuestras vidas o no, puesto que cuando conversamos  incorrectamente con la persona incorrecta el riesgo de corrompernos es alto, no se trata de discriminar o juzgar a un grupo determinado de personas, tampoco es dejar de ser amigos de ellos, porque quizás seamos tal vez la única persona del grupo con buenas costumbres y con conversaciones que los edifican, sin embargo,  existe una pequeña línea entre poder ayudarlos hacer mejores o ser uno más de ellos, lamentablemente esta última opción es la más frecuente, entonces, no se trata de alejarnos de ellos, mas bien de marcar una diferencia y que reconozcan que en tus conversaciones se pueden generar buenas costumbres.

Para poder obtener buenas conversaciones y recuperar las buenas costumbres debemos hablar con la persona correcta, en el momento correcto, con aquellos que sean capaz de darnos una palabra que nos ayude a dominar nuestros miedo,  con personas que nos hagan hacer cosas mas allá de los que otros hacen, con aquellos que han hecho más que nosotros para motivarnos con palabras de aliento para poder romper nuestros límites. Si las conversaciones no influenciara en nosotros, no existiera los llamados grupos de apoyo para dejar de practicar cualquier clase de vicio, por tanto, una vez que conversamos con la persona correcta y en el momento correcto debemos escuchar lo que el nos dice.

No busques compañías que tengan entre sus conversaciones palabras que no te edifiquen como personas y que no te moldeen como ser humano, recuerda:

No erréis; las malas conversaciones (compañías) corrompen las buenas costumbres.
1 corintios 15:33

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