UN VERDADERO PROPÓSITO
El
hombre fue y es diseño para un objetivo, para cumplir un deseo, para tener un interés, una aspiración o un sueño, una
determinación con voluntad que nos lleve a un ideal, a un propósito. Según la
RAE difine la palabra propósito como el ánimo o intención de
hacer o de no hacer algo.
En cada etapa de nuestras vidas estamos desarrollando un objetivo,
incluso mientras aún somos una célula y hasta llegar al nacimiento debemos
pasar por un propósito llamado fecundación. En etapas de infancia, escolar,
pubertad, adolescencia, juventud y adultez, quizás nuestros propósitos están basados en la educación, la capacitación, el prepararnos para tener un mejor estatus
económico, conocer nuestra identidad, jugar para un equipo de fútbol o baloncesto, enamorarnos e ilusionarnos, tener nuestro
propia casa, familia o vehículo, ser buenos padres, obtener nuestras propias empresas,
trabajo o negocio. Y al cabo de llegar a la vejez, poder descansar y disfrutar de
lo que resta de vida, cobrar una buena jubilación, cuidar de nuestros nietos, pasear y viajar por el mundo.
Siempre estaremos enfrentando un objetivo, uno que nos motive a seguir
conquistando otros. Pero ¿Qué pasa cuando todo aquello que anhelamos desde la
niñez lo hemos conseguido? ¿Cuál es el siguiente pas al alcanzar las
metas que nos trazamos? ¿Hacia donde iremos una vez que culminen nuestros
sueños? Un verdadero propósito va más
haya de una culminación de una de nuestras etapas de la vida, representa algo
más.
El verdadero propósito es todo aquello que nos motiva ir más haya de lo
esperado, va más haya de una satisfacción momentánea por una meta ganada, es
ese sentimiento que nos impulsa a seguir perfeccionando y mejorandonos cada
día como personas, como seres humanos. Existen personas que luchan por alcanzar
su objetivo sin importarles lastimar la integridad de los demás hasta
conseguirlo, que pasan una eternidad privandoce de sonrisas y de alegrías, más
bien llenándose de orgullo, preocupación y vanidad.
Un verdadero propósito no es la culminación perfecta de una etapa de
nuestras vidas, no es un sueño alcanzado, no se mide por la cantidad de títulos
universitario que tengamos, ni con la cantidad de dinero que poseemos en nuestra cuenta bancaria. El verdadero propósito es aquel que nos alienta hacer mejores cada día, a
trabajar por lo que amamos, anhelamos y deseamos, es vivir sabiendo que lo que
hacemos nos ayudará a nosotros mismo, es vivir en paz sin perjudicar a nadie, al
contrario es poder ayudar a quién lo necesite, es gozar eternamente por el objetivo
cumplido, es un estilo de vida que nos orienta a nunca dejar de tener sueños.
¿Cuál es tu propósito en la vida? quizás es terminar una carrera universitaria
o maestría, tal vez tener tu propia empresa, en poder casarte o tener hijos, ser una persona reconocida a nivel mundial, todos estos objetivo son buenos, pero se convierte en un verdadero propósito en nuestras vidas cuando sintamos la necesidad de seguir mejorando como persona a través de los objetivo cumplido, es sentirnos augusto por el esfuerzo realizado.
Quieres ser una persona que tenga toda las cosas materiales de la tierra y tener una vida de preocupaciones, angustias y ansiedades, o quieres ser una persona que tiene lo necesario para vivir feliz, amando lo que hace y mejorando por el bienestar propio y para los demás. Ese es el verdadero propósito en la vida, tener una paz interior por haber llegado a la meta de nuestros sueños y que nos impulsa a seguir a otros horizontes, sin perjudicar a las personas que nos rodean. Es un estilo de vida...!!!
Las personas necesitan un propósito que tenga significado, esa es nuestra razón de vivir. Con un propósito compartido, somos capaces de conseguir cualquier cosa. (Warren Bennis)
“Yo sé que tú puedes hacer todas las cosas; ningún propósito tuyo puede ser estorbado “(Job 42:2).
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