EL PEZ MUERE POR SU
PROPIA ACCIÓN
En algún momento hemos escuchado el refrán “el pez muere por su propia boca”, sin embargo
el pez al abrir la boca está generando una acción.
Los
peces son animales acuáticos y por tener una temperatura corporal variable
nadan hasta encontrar un ambiente cómodo para su existencia, deben
salir de su hábitat para alimentarse, tanto que muchas ocasiones entran en zonas que son presas
fáciles para animales vertebrados más grandes. Los peces no tienen la culpa de tener que nadar hasta encontrar algo para
comer y abrir su boca. Los seres humanos no somos peces pero muchas veces
actuamos como ellos, buscamos lugares sólo para abrir la boca.
No
actuemos como los peces, ellos tienen pésimo sentido del olfato, no saben como
evitar lugares que le representan un peligro para su vida, una vez que han caído en el anzuelo, por falta de manos y pies no pueden liberarse. No caigamos como los peces por abrir su boca, si
es así nosotros tenemos pies y manos para poder liberarnos del “anzuelo”.
El
anzuelo en el que podemos caer es la difamación, calumnias, mentiras,
oprobios y todo comentario que atente con la integridad moral y psíquica de una
persona. Es triste ver como entre seres queridos se dejan llevar por rumores y lo
peor, que los difunden con toda seguridad y la realidad es que son simplemente rumores.
Es
curioso que los humanos son buenos para atacarse entre ellos mismo sin
abrir su boca, sin embargo genera acciones que demuestran su falta de lealtad,
al escribir comentarios falsos o simplemente por no aclarar los rumores ni
darles fin a las difamaciones y permitir que avance hasta las últimas circunstancias sin importarles las consecuencias que pueden traer.
No
cometamos ese error, no difamemos a nadie, hagamos caso omiso a todo rumor que
pueda existir y, si existiera una rumor de alguien, tratemos de averiguar cual
es la verdad y no nos dejemos llevar como lo hacen los demás, no caigamos en el
mismo “anzuelo”. No difames a nadie, no calumnies a nadie, no mientas a cambio
de tu beneficio, no comentes mientras no sepas ni hayas visto, los rumores son
rumores y deben morir desde el inicio de su creación.
Es
irónico que las personas que les gusta
abrir sus bocas solo para emitir malos comentarios o para crear murmuración sin
argumentos, nunca o casi nunca se retractan ni piden disculpas por la acción
que han tomado, muchas veces es por vergüenza, vergüenza por no haber tenido fundamentos
reales para sustentar su rumor.
Evitasen pasar una vergüenza, evitasen caer en el “anzuelo”, que tus labios solo se abran para bendecir a otros, el pez se le perdona morir por su propia boca
porque es pez, el humano no le es permitido morir por su propia boca porque
tiene los recursos para poder evitarlo.
Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Mateo 12:34
Comentarios
Publicar un comentario