PAZ EN GUERRA

La paz auténtica

La paz no debe ser el resultado de una guerra, ni una guerra debe ser la excusa para generar paz. Una paz genuina no se debe escribir con tinta de sangre, dolor y muerte.


Desde tiempos inmemorables el hombre vivió momentos de lucha, empezando primero a combatir con animales para su existencia, una época en donde dominaba “La ley del más fuerte”. Con su reproducción, comenzaron a generarse pueblos, ciudades y países.  El desarrollo independiente de cada pueblo despierta en otras envidias, celos y ambición, surgen los enfrentamientos entre naciones por querer  gobernar sobre los recursos del contrario con autoridad y dominio, motivados por sus vanaglorias. La única forma que consideran para encontrar paz, es cuando uno de los involucrados se doblega.

Éste sometimiento lo observamos desde tiempos imperiales antes y después de Cristo, tales como: los califatos, romano, persa, dinastía yuan, portugués, español, francés, británico, ruso, maya, inca y entre las más conocidas de nuestra historia fueron  la 1ra y 2da guerra mundial. En la actualidad el mundo sigue teniendo enfrentamientos entre pueblos hermanos, todas ellas tienen algo en común, no les importa el daño colateral que provocan con tal de conseguir la “paz” para sus pueblos, pero la interrogante es ¿Crees que se justifica éste perecimiento?. No, no hay nada que justifique que niños se queden sin padres, que mujeres pierdan esposos y que una nación malgaste sus  hombres.

Aunque pase años y la ciencia avance, el ser humano se vuelve menos sensible, donde sólo busca su interés propio. No les importa que la “paz” sea escrita con tinta de sangre, que existan noticias llenas de esperanzas desinfladas y promesas vacías, pero ¿Qué estamos haciendo nosotros?. Quizás responderás que no puedes hacer nada, no es tu guerra, no es tu gente, no te incumbe, sin embargo puedes hacer más de lo que te imaginas, empezando a cultivar una paz genuina, porque vivir tiempos de paz no deben depender de la desdicha de otros.

Sí, es verdad, no podemos cambiar la historia que se aconteció, pero podemos crear una historia diferente para un mejor mañana. Si queremos ver una auténtica paz en el mundo entero, debemos empezar a ejercerla en nosotros mismos, de nada sirve criticar a otros sino podemos enfrentar nuestras batallas internas con valor y respeto. Independientemente de la vida que tengamos o el tipo de persona que somos, siempre ocurrirán sucesos que nos harán temblar a tal punto que va destruyendo transitoriamente nuestra paz interior. Todos pasaremos por los mismos enfrentamientos internos, cursaremos por etapas de luchas llamadas preocupaciones, resentimientos, depresiones, orgullos, inseguridades, desconfianza, miedo, ira, chismes y la más frecuente de todas, el arrepentimiento por las cosas que pasaron.

Por lo tanto, para poder cultivar una paz en medio de nuestras propias luchas internas, debemos empezar a perdonar (incluso a nosotros mismos) y olvidar el pasado, lo que pasó debe quedar en el olvido, sobre todo aquello que no a sido bueno, recuerda, el pasado sólo existe en nuestras mentes. Deja de pensar en lo que podrías haber hecho y comienza a pensar sobre lo que puedes lograr hacer, los problemas son nuestro y debemos asumirlos, nuestros mejores años llegarán cuando dejemos de culpar a nuestra familia, a nuestros amigos, a la vida o incluso el presidente.

No existe cavidad para el rencor, si lo guardas te consumirá lentamente, te detendrá y no te dejará salir, por lo tanto enfrenta tus preocupaciones basándose en el diálogo. Nuestra naturaleza innata provoca una reacción inmediata para huir de los momentos difíciles, pero no huyas. No dejes cabos sueltos en tu vida, si tienes problemas con alguien resuélvelo, no dejes pasar mucho tiempo, en muchas ocasiones el fundamento de nuestros resentimientos es una mala interpretación visual, verbal o escrita, y que se puede evitar con una buena aclaración. En otras una ofensa o rumor pueden generar rencor, y la única forma para sentir paz es doblegando nuestro orgullo y perdonando las ofensas que recibimos.

Por último, nuestra paz se exterioriza conforme la abundancia de nuestro ser interior, almacena pensamientos que te motiven a vivir una vida de felicidad y sin arrepentimientos, por lo tanto, sí, está permitido decir en ocasiones NO, porque decir Si a todas las cosas terminarán interrumpiendo tu paz. No permitas que el miedo tome el control de tus decisiones, la vida se construye de fracasos y enseñanzas, te recomiendo que deseches la frase “No lo lograré” si aún no lo intentas, una de las cosas que nos da tranquilidad es cuando luchamos por lo que queremos y creemos lo que podemos conseguir si nos lo proponemos. No vivas de apariencias, muchos pasan preocupados por querer aparentar algo que no son, refleja la imagen que eres, no hay necesidad de fingir ser otros/as o ¿Vives de los comentario que digan o piensen los demás? Recuerda, a quienes les llegues importar te aceptarán y te respetaran por lo que eres.

Si estás viviendo una vida de guerras internas, es hora de generar paz en medio de ellas. Vive cada día como el último, no te preocupes mucho por el mañana, porque tu ansiedad perturbará tu paz interior. Recuerda, el mundo sería mejor si comenzamos a mejorar nosotros mismo.




La paz os dejo, mi paz os doy. No como el mundo la da, yo os la doy.
Que no se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo
Juan 14:27

Comentarios