A una nueva Naturaleza
Dejar
todo atrás, llevar lo que necesitas en tu equipaje y mirar hacia tu nuevo
destino es un gran reto, pero, tenemos la ventaja de volver a empezar con lo
que ya tenemos en nuestras maletas.
En
los años antes de Cristo la mayoría de las personas no contaban con
casas, vivían en tiendas, muy parecidas a las carpas de nuestros días. No
tenían un lugar estable o que les permitiera vivir por un largo tiempo. Tal vez
no era por falta de dinero lo que les motivaba recoger sus tiendas y partir, sino la
falta de oportunidades. Se dedicaban a la agricultura y ganadería, lo
que les permitía tener una economía solvente, sin embargo, por su trabajo
tenían que buscar tierras fértiles para sembrar, cosechar y pastorear. Debían estar cerca de ciudades donde existiera
la demanda suficiente de lo que ellos ofrecían, si estaba muy saturado el
comercio o porque la oferta ya no era tentadora, tenían dos opciones, mejorar
la presentación de sus ofertas o buscar otras ciudades, buscar una mejor
oportunidad.
Éste
ejemplo aún lo seguimos viendo, está reflejado en personas
que trabajan en los circos, juegos mecánicos y gitanos, ellos están donde
exista mayor demanda para sus negocios. Saben que no es fácil atraer mucho
público a sus eventos y por ende cambian sus formas de presentación. Cuando no funciona, buscan otro destino para volver a
empezar. Las
personas que se cambian de casa, sea por trabajo, estudio u otro motivo saben
que no es fácil. Mientras se va empacando se va recordando cada momento que se
vivió en cada pared o rincón de la casa, como las veces que nos quedamos encerrados o los inigualables cumpleaños que quedaron.
Nos
llena la melancolía al saber que no volveremos a ver a nuestros amigos del
barrio con la misma frecuencia, y nos llena la incertidumbre de cómo serán
nuestros nuevos vecinos. Personas que no conocen cómo somos, a qué nos dedicamos ni a qué nos aferramos, personas que quizás sean
mejores o peores de los que acabamos de dejar. Es una nueva etapa, es un nuevo
estilo de vida, y dependerá de cómo nos presentemos, si antes no eramos buenos
vecino es una oportunidad para hacerlo, si nos señalaban por cosas no tan
buenas, es hora de hacer las cosas mejor.
En
nuestras vidas debemos dar giros de 360°, pasamos por muchas etapas de
mudanza, de cambios que deben ser necesario en nuestro diario vivir. Fisiológicamente nuestro cuerpo va mudando o pasa por tiempos de transición, pero
lamentablemente muchas veces nuestro cambio se aprecia físicamente. Cuántos son
físicamente adultos pero con mentes de niños, cuántos huyen y se esconden de
las responsabilidades, y cuántos viven haciendo lo mismo una y otra vez. Es
momento de hacer un cambio, de darle otro sentido a tu vida, todas las cosas
que no te edificaban es tiempo de desecharlo.
Vivimos en un mundo que muda y sigue mudando cada cierto tiempo, hoy no se viste como los años 60 ni se peina como los años 80. Estamos casi que obligados a cambiar nuestra forma de ser, muda
tu vieja naturaleza por una nueva, todos tenemos algo en común, en algún
momento de nuestras vidas deseamos hacer el mal a otros, a veces no lo podemos
evitar porque está dentro de nosotros, esa es con la naturaleza que nacimos, y te invito a renovarla por una nueva. La nueva naturaleza no es precisamente todo nuevo, es empezar y reforzar las cosas buenas que ya tenemos, "lo que está en nuestras maletas" si somos tolerantes, pacientes o bondadosos, trabajadores y valientes, sigamos con ese buen equipaje, lo nuevo está en desechar lo que no servía para tener espacio y aumentar las dosis de las cosas buenas.
Hay que tener espacio para la cosas nuevas que queremos, desechemos la pereza, mentira, odio, rencor, egoísmo, vanaglorias, desánimos, envidias, todo aquello que te a mantenido sumergido en una ideología que es tiempo de ser cambiada. Cambia tus ideas por algo nuevo, no renuncias a tus sueños pero quizás la ideología que tengas para alcanzarlo a hecho que no lo estés consiguiendo a tiempo, cambia a un nuevo estilo de vida, por una que te edifique y llene de satisfacciones, almacena y elimina para tener espacio para las cosa nuevas, para las cosas que te ayudarán para bien y así podrás ayudar a otros.
Hay que tener espacio para la cosas nuevas que queremos, desechemos la pereza, mentira, odio, rencor, egoísmo, vanaglorias, desánimos, envidias, todo aquello que te a mantenido sumergido en una ideología que es tiempo de ser cambiada. Cambia tus ideas por algo nuevo, no renuncias a tus sueños pero quizás la ideología que tengas para alcanzarlo a hecho que no lo estés consiguiendo a tiempo, cambia a un nuevo estilo de vida, por una que te edifique y llene de satisfacciones, almacena y elimina para tener espacio para las cosa nuevas, para las cosas que te ayudarán para bien y así podrás ayudar a otros.
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas. 2 corintios 5:17
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