FORMATEO

Actualización

Cuando un equipo no está funcionando correctamente, nos obliga a formatearlo y de esta manera empezar de nuevo, una vez más, como el primer día.


En estos días tuve un problema con mi ordenador, tiene cerca de 6 años conmigo y en este último año empezó a presentar molestias en su sistema operativo, hasta llegar al punto de colapsar, tuve que llevarla a reparar, someterla al proceso de formateo. Proceso que cuya finalidad es dar forma a aquello que perdió su estructura, pasando por acciones de preparación para añadir y almacenar nueva información.

Al principio decidí tratar de mejorar sólo el sistema, creía que con desinstalar e instalar programas mejoraría, no quería eliminar el sistema que tiene un poco más de media década conmigo, aunque me respaldaran la información y me aconsejaran en cambiar a un sistema más actualizado, decidí no hacerlo porque sabía el funcionamiento de cada programa en su totalidad, creía que no tenía el tiempo necesario para adaptarme a un nuevo sistema, entonces me aferré a que podría mejorar sin formatear. Lamentablemente no fue así, no funcionó y necesitaba un cambio inminente, tenía dos opciones, formatearla y continuar usándola o adquirir otro ordenador. Decidí formatearla.

No decidí adquirir otro ordenador porque tenía el optimismo de poder rescatar y usar lo que se creía perdido. Si queremos que aquello que pensábamos que el tiempo lo ha consumido siga siendo aún ese manantial que provea lo que necesitemos, se requiere de una actualización.

Ahora hemos llegado a una profundidad en la que la actualización de lo obvio es el primer deber de los hombres inteligentes
George Orwell

Al tener algo por primera vez nos despierta el interés de conocer todo lo que representa, comenzamos a dominar su uso hasta aclimatizarnos, a tal punto de obviar las advertencias de mejoras, creemos que no es necesario, que todo depende de cuánto trabajo se le asigne, que tan pesada sea la carga, pero olvidamos que la clave de un buen soporte depende de las pequeñas renovaciones diarias. Nuestra monotonía no permite que despierte el interés por lo ignorado, desarrolla en nosotros la idea de conformidad e indiferencia, dejando aún lado la emoción de volver a empezar, de aprender cosas nuevas, de una actualización completa.

No pretendas que las cosas cambien si siempre haces lo mismos
Albert Einstein

Nos aferramos a objetos, situaciones o personas que preferimos seguir luchando cada día, preferimos omitir el cambio inminente por intentar salvar lo que el tiempo no devolverá, creemos que con hacer o dejar de hacer encontraremos la calma que el sistema de vida nos otorga. Parte del fracaso de nuestras relaciones interpersonales radica en la falta de actualización, de innovación, de caer en lo cotidiano y lo ordinario, de asegurar inequívocamente que los años de relación pesan más que las renovaciones diarias, pero aquellas actualizaciones diarias permiten un mejor sistema de vida, una auténtica rentabilidad.

Actualicemos nuestra forma de pensar, buscamos que nuestra apariencia externa brille sin renovar nuestra energía interna. Estamos llenos de información innecesaria que se debería eliminar, almacenemos información necesaria que sirva de base para las decisiones que necesitamos escoger, y generemos espacio para guardar las nuevas guías que serán de base para las decisiones que necesitaremos escoger.

No estoy diciendo que debemos eliminar las buenas costumbres, los buenos principios ni los grandes valores que hemos aprendido desde niños, es ésa la información que debemos respaldar en nuestro formateo de vida. Así como existe los derechos universales existen las leyes de cada gobierno basado en los mismos derechos, pero que se actualizan cada cierto tiempo.

Actualízate, los nuevos cambios no son malos, si crees que tu relación interpersonal no funciona, no intentes más, no intentes en algo perdido, no pierdas el tiempo en querer rescatarlo, más bien guarda ese tiempo para volver a empezar, nuevas relaciones, nuevas experiencias, nuevas oportunidades de volver a sonreír. Formatea esos pensamientos y esas relaciones que no te permiten descubrir las cosas nuevas que hay para ti.


Vestido del nuevo hombre, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno
Colosenses 3:10

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