AS bajo la manga
Tener
un plan estratégico es bueno, trabajamos para que en el primer intento se den
los resultados, incluso nos ilusionamos al ver las posibilidades de poder conseguirlo, pero
¿Qué pasa cuando no es así?.
El
AS es la primera carta según el orden de una baraja, debería ser la carta de menos valor por el orden ascendente que tienen, pero en la mayoría de los
juegos es la carta de mayor jerarquía. Se cree que su origen se les atribuye a
los cambios ocurridos durante las independencias y revoluciones de los pueblos en
contra sus respectivos opresores por el siglo XIX. Entonces surgen las
expresiones como “Tener un As bajo la manga” “Ser un As” en referencia a un
plan secreto o una ayuda extra, o simplemente ser el mejor en algo.
Pensar
que todo saldrá bien en el primer intento no está mal, de hecho, es lo que todos
queremos, nos gusta obtener las cosas con el menor trabajo posible, nos cautiva
la alegría en saber que utilizaremos menos tiempo o ideas para alcanzar
nuestros objetivos, pero cuando no es así, nos afligimos, nos embarga el
desconsuelo y comenzamos a juzgar a otros como juzgarnos a nosotros mismo,
llevando incluso a perder el interés de volverlo a intentar, de renunciar a
nuestra meta.
“El único lugar en que el éxito
está antes que el trabajo, es el diccionario”
Vincent Thomas Lombardi
Si
el plan no funciona cambia el plan, pero jamás cambies la meta, no cambies ese
objetivo por el cuál has venido luchando para conseguirlo, no te es permitido
renunciar una vez que empezaste, termínalo, la idea no es cambiar la meta sino
las rutas para poder llegar a ella. Nadie nos dará nuevos caminos porque cada
uno es dueño de su propio destino, si no somos capaces de crear nuestros
propios planes de vida, probablemente trabajaremos para los planes de otros.
“La sabiduría consiste en saber
cuál es el siguiente paso; la virtud, en llevarlo a cabo”
David Starr Jordan
Parte
del éxito está en tener un As bajo la manga, no confiar en nadie más que en nuestras
propias posibilidades de poder lograrlo, es pensar en los pro y contras de
nuestras decisiones aunque parezcan las más simples, analizar cada movimiento, ir un paso más allá de los demás. Sí, debemos tener seguridad y esperar que lo
vamos a lograr en el primer intento, por eso debemos mostrar la mejor carta de presentación
que tengamos, pero conservemos una última carta, porque es la que nos puede
salvar de la amargura, aflicción y desolación.
“El éxito consiste en confiar en
ti, no depender de nadie, y tener en mente que no hay nada imposible”
Donald Trump
Ser
un As, es estar preparado y listo para el porvenir, creer que no todo se ha
terminado mientras aún haya esperanza, es pensar en todas las consecuencias que
generan nuestros actos. Se un hombre precavido y guarda tu última carta, mantenla bajo tu manga y confía en ti, cree en ti, si ¿Dios cree en ti, porque
no crees en ti mismo?, no te desanimes que muchos no somos valorados en el
primer intento, confía en ti, que tu carta sea el reflejo de tu mejor versión
aún no vista, aún no contada. Que tu última carta no sea falsa, adulterada o incorrecta,
porque lo falso no permanece, lo adulterado se reconoce y lo incorrecto se esclarece. Que
tu carta no sea por deteriorar a las demás. No caigas en el error de pensar que
la ruta más fácil es mejor, porque es posible que sea la más complicadas de
todas.
Tener
un As bajo la manga es importante, pero saber cuándo es el momento ideal para
usarla es mejor aún. En una partida de barajas esperar que todos
muestren sus cartas para luego lanzar la tuya te puede llevar a ganar el juego.
Tenemos la costumbre de hablar más y pensar menos, debemos aprender a pensar
más y hablar solo lo necesario, cuando contamos nuestros planes a los demás
corremos el riesgo de que sean robados o usurpados. Si no obtuvimos el
resultado que queríamos en el primer intento, tranquilo aún tenemos una última
carta, y el mejor momento para enseñarla es cuando creas que estés listo, mientras
tanto espera en silencio y recuerda que las diferentes opciones que tengas mientras esperar el momento, no
son fracasos.
Si
no pudiste conseguir un trabajo o estudiar, debemos emprender nuevas ideas, ver
las demás opciones que necesitan de nosotros, no olvidar la meta principal porque
será el motivo por el cual nos prepararemos para el momento idóneo, en saber si
estamos listo para sobrellevar los resultados de la mejor manera posible. Tener un As bajo la manga no es necesariamente una ayuda de otros,
quizás es una ayuda que está en nosotros mismos.
“El prudente se anticipa al peligro y toma
precauciones. El simplón sigue adelante a ciegas y sufre las consecuencias”
Proverbios 27:12 (NTV)
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